[VIDEO] Mientras Sáenz reconoce que «duerme la siesta», el crimen organizado y el sicariato crecen a pasos agigantados en Salta

DNI Salta.- El Gobernador de la Provincia le reconoció a su amigo y candidato a presidente Sergio Massa que Javier Milei ganó de manera categórica en Salta porque «se durmió», pese a los miles de millones de pesos que el ministro de Economía envió para la campaña. Sin embargo, la «siesta» de Sáenz es mucho más prolongada y tiene costos mucho más altos para nuestra gente que un fracaso electoral.

Mientras que el candidato a presidente Sergio Massa reveló en una entrevista televisiva para un medio nacional que el Gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, le confesó que se durmió «la siesta», y que por eso la elección del oficialismo en Salta fue catastrófica, siendo nuestra provincia la plaza donde Javier Milei obtuvo más votos, sobre todo en municipios que en teoría se suponía eran fuertes bastiones massistas y saencistas; también son los mismos funcionarios de Sáenz en la Provincia los que reconocen que la «siesta» del primer mandatario provincial es mucho más prolongada, y de consecuencias aún más graves para los salteños y el territorio, que una elección. Y entre esos funcionarios, está el Procurador General de la Provincia, Pedro García Castiella.

Sáenz: «Me dormí la siesta»

Esto fue lo que le dijo el Gobernador de Salta a su amigo y candidato a presidente, cuando éste lo citó para pedirle explicaciones del lapidario e histórico fracaso del oficialismo nacional en las PASO de agosto, en una provincia donde Javier Milei le dio una auténtica paliza nacional al poder dominante del cual Sáenz es alineado.

«Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, tomando mates el martes después de las PASO en el Ministerio de Economía, lo único que le pedí fue que me explique qué pasó en el interior de Salta, en determinados municipios, que son municipios donde vos tenés mucho. Y me miró y dijo: ‘me dormí la siesta hermano, no le presté atención’. No jugaba nada las PASO en la cabeza de los gobernadores. Y la verdad es que hoy nos jugamos mucho, jugamos el destino del país», reconoció Massa en una entrevista exclusiva brindada a Jorge Rial para su programa Argenzuela, emitido por C5N.

Y este enojo de Massa por la «siesta» de Sáenz ya pudo observarse en la cumbre de urgencia y desesperada que convocó el candidato y ministro de Economía de gobernadores del NOA en General Güemes, donde incluso intimidó con tono amenazante al intendente de San Antonio de los Cobres, Alberto Carral, por la histórica victoria de los libertarios en dicho territorio.

Aquella vez, el fastidio de Massa fue visible y Sáenz no pudo ni siquiera defender de aquel brete al humilde jefe comunal de San Antonio de los Cobres, demostrando su falta de liderazgo para defender a su tropa, dejando que Massa intimidara a un intendente salteño: agachó la cabeza y se fue, porque sabe que está en deuda, siendo que desde el Gobierno nacional enviaron a Salta miles de millones para la campaña, y que ese dinero nunca se vio reflejado en el efecto de las urnas, siendo Salta la tierra más arrasada por el fenómeno Milei en agosto.

Si bien Massa remarcó su fastidio por las falencias de Sáenz en el contexto político, dejando en claro que porque el mandatario salteño se durmió la siesta, perdieron las elecciones, lo cierto es que el costo de aquella permanente somnolencia y letargo del primer funcionario provincial es mucho mayor, y con consecuencias más graves.

Lo reconoció el Procurador

Y esta «siesta» puede observarse en las declaraciones públicas del Procurador General de la Provincia, Pedro García Castiella, en una conferencia de prensa brindada para referirse al escándalo provincial de otra grave falla de los resortes judiciales y de seguridad de la Provincia, como lo es la fuga hace algunos meses del asesino de Liliana Ledesma condenado a prisión perpetua, el peligroso sicario Lino Moreno.

Allí, el mismísimo jefe de los fiscales de la provincia reconoció a viva voz el crecimiento acelerado del crimen organizado, el narcotráfico a grandes escalas y el sicariato en nuestra provincia durante los cuatro años de Gestión de Gustavo Sáenz. ¿Y qué se hizo para frenar este flagelo?

Sí. Lo mismo que desde DNI SALTA venimos advirtiendo desde hace años, y que los mismos funcionarios de Salta, y el propio Sáenz, se encargaron en reiteradas oportunidades de manera sistemática de desmentir, relatvizar y minimizar, pese a que la realidad les golpeaba en la cara con innumerables hechos de inseguridad, episodios de violencia extrema y crímenes mafiosos aún sin resolución.

Y para ello vale recordar la cantidad innunerable de crímenes y de hechos turbios y llamativos en cuestión de meses que atemorizaron a la provincia, algunos de los cuales salpicó incluso a funcionarios provinciales.

Y la reciente muerte de un joven en Orán, quien fue asesinado a plena luz del día en la mañana de este martes en la vía pública de un disparo en el pecho, refuerza las palabras del mismísimo Procurador de la Provincia, quien reconoció que el crimen mafioso crece a pasos agigantados, e incluso lo comparó con «un polirubro» entre el narcotráfico, el sicariato y la organización en torno a la cocina de la droga.

Porque mientras Sáenz duerme la siesta, en Salta crece el crimen organizado, y basta repasar el crimen de Darío Monges, hombre allegado a algunos altos funcionarios de la Provincia, quien falleció de un disparo en la cabeza tras un ajuste de cuentas.

Y también vale refrescar el caso Pablo Almaraz, el hombre que fue decapitado en Pichanal en otro claro crimen mafioso plagado de perversión.

También es menester recordar que en torno al caso Monges, Benjamín Cruz, siendo secretario de Seguridad la Provincia, quedó salpicado de algún modo otorgándole, días antes de aquel crimen, un permiso especial al hombre posteriormente asesinado para que ingrese a un penal de máxima seguridad para visitar al peligroso sicario Oscar «Cabeza» Díaz, considerado en su momento el más peligroso y temerario asesino de Salta.

Y si de sicarios se refiere, no se debe omitir la fuga de Lino Moreno, el asesino de Liliana Ledesma, sentenciado a cadena perpetua, quien no regresó tras una salida transitoria, y al que recién tras 53 días comenzaron a buscarlo, dejando en clara evidencia cómo fallan los resortes judiciales, de inteligencia y de seguridad en Salta.

Lo cierto es que mientras Sáenz duerme la siesta, crece el crimen organizado, el narcotráfico, el sicariato, los robos violentos como el de los 60 millones de hace unos días, las escuelas se caen a pedazos, los chicos no tienen comida, no hay trabajo y los hospitales se desangran.

Lo que menos le interesa a la gente son las consecuencias para la clase política de un mero resultado eleccionario. Y lo que realmente los desvela es la imperiosa y urgente necesidad de que los funcionarios estén activos y despiertos para trabajar por los problemas reales de la gente, a diferencia de este gobierno ausente que nunca está en los temas serios, sensibles e importantes de la sociedad, y que se la pasa «durmiendo».