El flamante jefe municipal electo de Campo Quijano se impuso por una diferencia demoledora al aparato oficial de Carlos Folloni y al del polémico y manchado de corrupción Manuel Cornejo. «Hace más de 20 años que a Quijano no lo gobierna un intendente que viva en el pueblo, y ese sentido de pertenencia es lo que necesita el vecino», consideró.
DNI Salta.- Lino Yonar, con 35 años, pero con considerable experiencia en la función pública, fue electo en las elecciones del último domingo como intendente de Campo Quijano con una diferencia de votos demoledora con respecto a sus contrincantes, y a partir del 10 de diciembre se hará cargo de un municipio de administraciones siempre polémicas, allí donde reinó por mucho tiempo el cuestionado, denunciado y manchado con escándalos de corrupción Manuel Cornejo, que increíblemente volvió a presentarse.
Con más de 500 votos sobre Folloni y más de 800 sobre Cornejo, Lino Yonar llegó a la intendencia del Portal de los Andes por la transparencia y la cercanía que lo diferencia de sus oponentes, de gestiones desgastadas y promesas incumplidas.
«Entendíamos que iba a ser una campaña dura y complicada, era luchar contra la estructura actual y la del otro exintendente Cornejo. La gente eligió la coherencia que planteamos desde el comienzo de la campaña, y de lo que ya venía haciendo como concejal y como diputado, el trabajo territorial, ese contacto directo con el vecino y sin intermediarios, el hecho de ir más de frente. La gente no solo quiere ver al político de campaña, sino palparlo, algo que hoy no pasa. Cuando no se cumple lo que se promete, y el político en cuatro años no aparece, la gente a la hora de votar se lo cobra», comenzó diciendo el flamante intendente electo en diálogo en vivo con DNI RADIO 103.7 Mhz.
También se diferenció de Folloni y de Cornejo en el hecho de vivir en Campo Quijano.
«Otra fortaleza que nosotros tenemos y el quijaneño supo valorar, es el sentido de pertenencia. Hace más de 20 años que a Quijano no lo gobierna un intendente que sea vecino de Quijano, propio del municipio, que viva en el municipio. Yo nací en Quijano y ahí nacieron mis abuelos, mi padre. Tengo mi familia constituida en Campo Quijano. Tuve muchas alternativas para irme de Quijano por mi profesión, yo soy ingeniero industrial y trabajé 8 años en una multinacional, pero siempre elegí quedarme, ese sentido de pertenencia me lleva a apostar a que Quijano puede estar mejor», ponderó el ganador de la contienda en la localidad del Valle de Lerma.
«Campo Quijano viene en un proceso amesetado desde hace más de 20 años, no logra despegar de lo básico, y en esta última gestión ni lo básico pudo resolver el actual intendente (Carlos Folloni). A la gestión le voy a dar una impronta joven, de empuje, de trabajo, venimos con experiencia en el sector privado y en el plano legislativo y político. Queremos proyectar una política de Estado para Campo Quijano para los próximos 20 años, independientemente de si está Lino Yonar o no», explicó quien acaba de cumplir su mandato de cuatro años como diputado provincial.
«Y buscando esa proyección trabajaremos en dos pilares fundamentales: uno es el turismo y otro es el desarrollo minero. La gente de Campo Quijano tiene que ser parte del agregado de valor que tendrá la minería en nuestra provincia. Hoy Campo Quijano solo es un municipio de paso. Pero para esos dos pilares necesitamos tener un desarrollo en materia de infraestructura. Y dentro de ese desarrollo necesitamos tener cosas que no tenemos, no puede ser que no tengamos en Campo Quijano un banco, una oficina de ANSES o una estación de servicio, una localidad de más de 18 mil habitantes. A Campo Quijano tenemos que empezar a darle la visión de ciudad sin perder la idiosincrasia del pueblo, para desarrollar el turismo», graficó el ganador de la elección las problemáticas de una localidad postergada.
«Nos falta infraestructura, y a la vez reordenar muchas cosas. No podemos quedarnos solo como una oferta turística en una plaza de 15 a 20 horas. A la entrada de Campo Quijano tenemos que tener un puesto de información turística, y hacer eso nos va a costar cero pesos. Tenemos para explotar a Quijano en todos los sentidos, en la ruta provincial 51, El Chorro Azul, El Viaducto de La Quebrada del Toro, donde tenemos el desarrollo de emprendedores de la zona; tenemos en museo en Santa Rosa de Tastil, el Camino del Campañan, el Sillón del Inca. Hay mucho por vender, mucho por hacer y mucho por mostrar», detalló Lino Yonar en diálogo en vivo con Abel Díaz desde el estudio de DNI RADIO.
