Mientras Salta arde en indignación, crisis, inseguridad y acefalía, el Gobernador Sáenz se pasea campante en un lujoso viaje de placer por Europa

Salteños en Europa indignados agarraron «in fraganti» al mandatario provincial paseando por una zona lujosa de Madrid y enviaron las imágenes a la redacción de DNI SALTA. ¿Quién nos gobierna en estos tiempos de anomia y ausencias?

DNI Salta.- Suele decirse que cuando se pierde la cabeza, se pierde el rumbo. Y esto es lo que sucede en Salta, y no ahora, sino desde hace tiempo, con una sensación de desorganización de las cadenas de mando y acefalía, exacerbada por los gestos del mismo Gobernador Gustavo Sáenz, quien parece manifestar el síndrome de la «vaca atada», de quien ganó las elecciones y hace y deshace, tanto para apurar en la Legislatura una ley «anti-protesta», como para «hacer la plancha».

Salta hoy vive un estado de anomia que se hace mayor cuando el Gobernador decide pasear por Europa deambulando por lujosos shoppings, y cuando no se sabe quién toma las decisiones acá, a miles de kilómetros, porque además nadie oficialmente lo comunica.

Esto sucede en el contexto de una transición enorme de más de 6 meses generada al suspenderse las elecciones PASO en la provincia, transición que queda muy larga cuando las nuevas autoridades asumen en diciembre, siendo que hasta tanto nadie parece hacerse cargo de nada. Menos aún si el Gobernador no está presente, exaltando el caos que de por sí vive la provincia.

Y en contexto de dramas y urgencias sociales en la provincia, donde las decisiones «de arriba» no son claras y donde el Gobernador se escapa de vacaciones, si el «jefe» no está en la oficina, ¿qué asegura que los secretarios y ministros estén también en su oficina, y a la vez que toda la planta política del Grand Bourg esté cumpliendo su trabajo?

Porque esa presencialidad necesaria en el mando tampoco se observa en el coordinador general, el hombre que absorbe una gran parte de las decisiones ejecutivas de la Provincia, como lo es Pablo Outes, quien, mientras que la principal cabeza brilla por su ausencia para ponerle el pecho a los problemas de Salta, él también está paseando, pero de campaña y recorriendo la provincia, también con la oficina vacía, ya que la mano derecha del viajante Sáenz es nada menos que su precandidato a diputado nacional de cara a las elecciones nacionales primarias de agosto.

Por estos días, ni siquiera se sabe quién ocupa el pesado interinato que debió dejar Gustavo Sáenz para poner la cara ante los salteños mientras él vacaciona, siendo que por ley, el Gobierno debe comunicar mediante Boletín Oficial quién quedó a cargo del mando del Ejecutivo si el Gobernador está de vacaciones. Y eso no ocurre, ya que el Gobernador se llevó la «lapicera» de las decisiones.

Ante este escenario, no es descabellado que se haga panzadas el crimen, con decenas de gravísimos hechos de inseguridad en cuestión de días, con intentos de robo de niños sin culpables. Porque es allí donde comienzan a gobernar la anomía y la anarquía, cuando nadie toma las decisiones, cuando la gente no sabe dónde están sus gobernantes.

Lo cierto es que, a través de reveladoras fotos enviadas a la redacción de DNI SALTA de manera exclusiva por parte de salteños que ocasionalmente se encuentran en el viejo continente, pudimos ver al Gobernador Gustavo Sáenz lo más relajado de vacaciones en Madrid, en una escala que hizo la principal autoridad ejecutiva de los salteños a la capital de España, previo a también pasear por la carísima y distinguida Londres, allí donde una estadía de cinco días cuesta alrededor de 5 millones de pesos, según agencias consultadas.

La imagen enviada en exclusiva para DNI SALTA de salteños en Madrid que lo vieron, se sorprendieron, le sacaron la foto y nos la enviaron, en el momento que Sáenz ingresaba a una tienda de ropa selecta y costosa de la capital española, es más que elocuente.

Como también fueron elocuentes los mensajes de los salteños indignadísimos de ver a quienes los gobierna disfrutando las mieles del lujo, parcialmente camuflado con una gorra, siendo también consciente que siendo una figura pública cualquiera puede reconocerlo en tiempos de vacaciones, en tiempos donde la Provincia arde y requiere de una autoridad presente, en una oficina o en las calles, trabajando, gestionando y velando por las necesidades de miles de salteños que padecen su propia desidia.

Mientras que en Salta explota todo, mientras que la gente literalmente no tiene para comer porque los salarios son insuficientes, mientras que a los maestros y al personal de la salud les dijeron que no hay más recursos, Sáenz pasea su ostentación por Europa.

Y mientras que robaron a una bebé porque no tiene cámaras un hospital público de referencia, como el Juan Domingo Perón de Tartagal, donde en tres años, desde la pandemia, tras el pedido del despedido exgerente Juan López (cesanteado por pedir recursos para el nosocomio mientras la gente moría por coronavirus), ni siquiera se colocó una cámara que hoy oscila en la irrisoria suma de 40 mil pesos; al Gobernador poco parece importarles todas esas demandas que sin empachos decide no satisfacer, ni brindar explicaciones, como buen funcionario público a la cabeza debería hacerlo.

En una Salta donde, en el apuro de mostrar avances y cerrar un caso (el de la beba robada de Tartagal), encarcelaron a una humilde mujer originaria generando dudas sobre el accionar judicial, el principal responsable de la administración de la Provincia parece vivir en otra galaxia.

En los últimos días, la inseguridad también fue un tema sensible, suscitándose hechos de extrema violencia, por ejemplo, en Salvador Mazza, donde hubo tres hechos delictivos graves en menos de 24 horas. Con el caso, entre otros, de una mujer a la que le dispararon en la cabeza para robarle una cifra millonaria, y también el de dos jóvenes que protagonizaron una pelea sangrienta en la terminal de ómnibus por la descarga de un equipaje, donde uno apuñaló a otro, evidenciando que hay gente que se pelea por hambre. Sin obviar lo que sucedió este viernes, con un empleado de la empresa Vía Cargos al que le robaron violentamente propinándole un culatazo en la cabeza con un arma de fuego a plena luz del día.

Por estos días también creció la indignación del ciudadano de a pie por el aumento del boleto SAETA, que sin escalas pasará a costar de 61 a 110 pesos (un 80 por ciento de aumento) sin estudio de costos ante la Cámara de Diputados, sin haberse calculado la situación actual real, tomando en cuenta aspectos como los ingresos, egresos, subsidios recibidos tanto con fondos provinciales, nacionales y por publicidad.

Paralelamente, servicios de transporte provinciales también esenciales, como los que realizan los recorridos Güemes-Salta, o Angastaco-San Carlos, por brindar ejemplos, que son a diario utilizados por ciudadanos humildes que necesitan trasladarse por trabajo, salud u otras obligaciones y emergencias, se topan con la inequidad de subsidios por decisión antojadiza del Gobierno provincial de favorecer solo a sus empresarios del transporte amigos.

Mientras todo este cúmulo de dramas y urgencias azotan a Salta, Sáenz se pasea campante desde hace diez días por Europa, mientras la gente clama por más seguridad y más presencia. Porque, como en toda organización, es sabido que si la cabeza de la Provincia no está, los que están abajo tampoco funcionan, porque no hay una directriz, porque el ejemplo desde «arriba» es la ausencia y la desidia desde el más alto mando.