DNI Salta.- El nepotismo pasó a ser un asunto de estado encubierto, un secreto a voces donde nadie dice nada pero que existe y toma fuerza a medida que pasan los años.
No importa cuanta formación académica, valores o aptitudes tenga un ciudadano de a pie que quiera trabajar para la administración pública, si no tiene amigos o familia en el poder. Todo “concurso” pasa a ser un trámite obsoleto para encubrir el trasfondo de las “cuñas” políticas que en definitiva terminan en un corcoveo a regañadientes del frustrado intento de pertenecer a las filas de un empleo con todas las delicias que esto implica, si los lazos de sangre, la amistad o la devolución de favores no imperan en el amplio mundo laboral de los poderes del estado.
Gobernadores, vicegobernadores e intendentes de las capitales provinciales tenían en febrero de 2023 al menos 146 parientes -directos o indirectos- que trabajan en el Estado, según un nuevo relevamiento de RUIDO en las 23 provincias argentinas más CABA.
De las 146 personas detectadas, 94 (64%) trabajan en las administraciones públicas locales, que dependen de los poderes ejecutivos provinciales, mientras que las otras 52 (36%) lo hacen en otros poderes del Estado, en otros distritos o bien con cargos electivos.
Seguramente hay muchos más casos no detectados de familiares, tanto de los tres funcionarios relevados por provincia, como entre otras personas que ocupan cargos públicos en esos gabinetes.
Además, como el 92% de los gobiernos provinciales no respondió los pedidos de acceso a la información realizados para conocer estos nombres (y sin casi ninguna respuesta útil en el 8% restante), no hay información oficial que permita saber hasta dónde puede llegar la cifra de parientes.
Estas son dos de las características del fenómeno del nepotismo en Argentina: su inmensidad y la imposibilidad de precisarlo.
Por otra parte, RUIDO comprobó que más de la mitad de las provincias (56%) no tiene normas que impidan el nepotismo en la administración pública.
En el caso de las capitales del país, esa cifra es aún mayor: 80% de las ciudades carece de ordenanzas para evitar la contratación de parientes en el municipio.
Y en algunas provincias que sí tienen leyes, estas tampoco se cumplen.
Por ejemplo, Salta, se ubica entre las primeras 10 provincias con más casos de nepotismo donde la consigna en muchas ocasiones es el “favor por favor”, como el caso del ex ministro de Salud y diputado electo, Juan José Esteban quien, en plena pandemia, exigió al gobernador Sáenz asumir como titular de la cartera de Salud a cambio que su hija fuera nombrada en un cargo público: “Antes de asumir en Salud Pública conversé con el gobernador para que mi hija ingrese como odontóloga al servicio de Salud Pública. Es claro y lo asumo. Y también el gobernador, que estuvo de acuerdo. Entonces avancé con asumir en la cartera sanitaria”, reconoció.
Por otro lado, el vicegobernador Antonio Marocco que nombró a familiares en diferentes cargos del estado provincial. El coordinador de Enlace y Politicas Publicas, Pablo Outes familiar directo del actual ministro de Educación Matías Cánepa. El ministro de Gobierno y Derechos Humanos, Ricardo Villada quien benefició a sus familiares en distintos cargos públicos.
El mismo Gobernador que tiene a su esposa y otros familiares trabajando en diferentes áreas de la administración pública.
Estos son, tan solo, algunos ejemplos de cómo se maneja el favoritismo en una de las provincias más pobre de Argentina y con menos oportunidad de trabajo para un civil común y corriente, pero no así para los “amigos y familiares del poder en turno.
