Por capricho de Sáenz, una provincia plagada de necesidades y pobreza gasta cuatro veces más por usar el voto electrónico en cada elección

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DNI Salta.- A un año de las elecciones legislativas de 2025, en Salta sigue discutiéndose un tema esencial que debería estar resuelto hace tiempo.

Un sistema electoral donde el modo de votación vire hacia una tecnología electrónica requiere que sea auditable integralmente, en todas sus fases, por todos los ciudadanos, no por una élite o, peor aún, si deja sin control en tiempo real a esa ciudadanía y la obliga a confiar en un chip, un QR o cualquier otro sistema electrónico que transmita datos de forma privada, cuando lo que constitucionalmente debemos tutelar es la soberanía popular y el derecho a sufragio, y poder hacerlo cada uno de nosotros.

En Salta suele usarse justamente el voto electrónico para condicionar la elección popular, y elección tras elección, a diferencia de muchas otras provincias, los salteños afrontamos un gasto de alrededor de mil millones de pesos en cada sufragio, cuatro veces menos de lo que costaría hacerlo con la boleta única papel. Y esto, sin considerar que en año electoral «furioso» suelen implementarse entre tres o cuatro actos eleccionarios por año, lo que implica un enorme gasto innecesario para una provincia plagada de necesidades.

Y el voto electrónico ya fue señalado por muchos ciudadanos como menos transparente que el tradicional, además de ser ostensiblemente más costoso.

En Salta, desde que asumió Gustavo Sáenz como mandatario, el Gobernador estuvo empecinado en sostener este método de votación, cuando son varios los sectores que le reclaman austeridad, además de un sistema más transparente.

Cuatro veces más caro

Fuentes del Juzgado Electoral de Córdoba precisaron días atrás que el costo en los comicios generales cordobeses de 2023 (en este distrito tampoco hubo primarias) fue de $234.112.600. Ese monto, según detallaron, se correspondió a una boleta única de papel para todas las categorías por la cantidad de electores, más un 10% de reposiciones. Además de esa cifra, se gastaron otros $13.930.367 en las plantillas en Braille, que permitieron a electores ciegos votar en forma autónoma.

En Salta, con un padrón de electores muy inferior al de Córdoba, contratar el servicio de boleta electrónica en 2023 le costó a la Provincia cerca de $1.000 millones. Esa suma, proyectada a estos días, con una inflación acumulada de más del 280%, arrojaría una cifra muy difícil de cubrir sin resignar gastos mucho más esenciales y sensibles.

Con el gasto que ahorraría la Provincia suplantando el voto electrónico con el modelo de boleta cordobés se podrían mejorar la asistencia, el sistema de salud, la infraestructura edilicia de las escuelas, y tantas otras cuestiones urgentes.