DNI Salta.– El conflicto docente y de la salud transita su sexta semana. Sin voluntad y decisión política, los trabajadores recrudecen las medidas y la pulseada se mantiene firme pese a todas las dificultades que tuvieron que atravesar.
Uno de los capítulos que quedará en la memoria de cada salteños será sin duda los acaecidos el feriado patrio del 25 de mayo por la tarde, cuando la jueza de Garantías 1, Ada Guillermina Zunino, mandó a reprimir a docentes que se manifestaban en inmediaciones al ex peaje Aunor.
La violencia de aquel jueves por la tarde, dejó un sabor a pasado en la memoria de la sociedad salteña, quien supo comparar lo ocurrido con lo que pasó en 1976, en la época más oscura para la Argentina.
Sin embargo y lejos de mostrar una sensatez, la magistrada salió a apagar el incendio con un bidón de nafta cuando, en declaraciones con un medio local, tildó a los docentes de delincuentes, entre otros dichos explosivos.
Casi 20 días después de ese nefasto día, Ada Zunino notificó al Ministerio Público Fiscal su decisión de inhibirse en la causa por los “incidentes” en el acceso a la ciudad de Salta, quedando las actuaciones en manos del Juzgado de Garantías 2.
La magistrada, dijo haber sido violentada moral, psicológica y espiritualmente por parte de los educadores y la prensa. Pero soslayó la dolencia de decenas de maestras que sufrieron todo tipo de violencia aquel día por parte de la fuerza policial, donde además de toda la brutalidad ejercida sin miramientos, fueron detenidas, vulneradas e incluso, algunas, tuvieron que huir del lugar y esconderse en la capilla de un cementerio debido a que estaban siendo perseguidas por la fuerza pública.
