DNI Salta.- Una noche que parecía tranquila terminó en tragedia en barrio Norte Grande, donde un joven de 25 años fue atacado brutalmente por un perro de raza Pitbull cerca de las 22:30 mientras caminaba por la calle.
El ataque fue repentino y feroz: el animal se abalanzó sin previo aviso, causándole mordeduras profundas en la cabeza, brazos y piernas, según confirmaron fuentes médicas. Debido a la gravedad de las lesiones, el joven fue internado de urgencia en el hospital San Bernardo, donde permanece en observación.
Vecinos: héroes en medio del horror
Testigos del hecho relataron que fueron los gritos de auxilio los que movilizaron a varios vecinos, quienes intervinieron con palos y golpes para separar al animal. “Si no hacíamos algo, lo mataba”, comentó una de las personas que participó del rescate.
Gracias a su rápida intervención, se evitó un desenlace fatal, aunque las heridas que sufrió el joven son de alta complejidad y requerirán un largo proceso de recuperación.
El perro quedó bajo resguardo y crecen los reclamos
El Pitbull fue contenido y actualmente está bajo resguardo preventivo, mientras las autoridades municipales y judiciales evalúan posibles sanciones para su dueño, que aún no se habría presentado ante la Policía ni brindado explicaciones.
Vecinos de la zona manifestaron su indignación y temor ante la posibilidad de que el perro vuelva a quedar libre sin consecuencias. Además, reclamaron mayor control municipal y pidieron que se avance en normativas más estrictas sobre razas consideradas potencialmente peligrosas.
¿Cómo prevenir otro caso similar?
Este nuevo ataque volvió a encender la alarma en la comunidad salteña. La discusión por la tenencia responsable de perros se vuelve urgente, especialmente cuando se trata de animales con una fuerza y agresividad capaces de poner vidas humanas en riesgo.
Organizaciones de protección animal recordaron que no se trata de criminalizar razas, sino de exigir que los dueños asuman un rol activo en la educación, control y seguridad de sus mascotas.
Por el momento, la prioridad es la salud del joven herido, que continúa bajo cuidados médicos. Pero la pregunta que muchos se hacen sigue vigente: ¿quién se hace cargo y qué hace falta para que no vuelva a ocurrir?