DNI Salta.- El hecho denunciado ocurrió tras un violento desalojo con represión a pueblos indígenas de la comunidad Aba Guaraní, en Orán. Desgarrador testimonio de la mujer torturada y golpeada. Pidieron la intervención de Derechos Humanos.
El Gobierno y la policía de Gustavo Sáenz muestran una vez más el fracaso de su políticas y la barbarie de sus acciones al tener a los municipios de la provincia sometidos sin agua y bajo condiciones indignas y, como si esto fuera poco, utilizando la feroz represión de la fuerza pública para desalojar a las comunidades indígenas, como en este caso, a miembros de la comunidad Aba Guaraní en Orán.
Y el aparato represivo esta vez dio la nota en un operativo de desalojo golpeando a mujeres y niños, y violando los derechos humanos de las personas en Orán, en el norte de la provincia.
Uno de los tantos casos de hermanos originarios golpeados es el de Yolanda Laime, una joven madre embarazada a la que golpearon a mansalva delante de sus dos hijas, y que a causa de los golpes perdió su bebé y tiene a su marido internado con serias lesiones.
Desde los originarios desalojados, acudieron al fiscal de Derechos Humanos que en principio se habría mostrado reticente según expresaron fuentes allegadas a la redacción de DNI SALTA, pero que tras la presión a través de Derechos Humanos Internacionales y la ONU, la agente judicial dio lugar a tomar cartas en el asunto tras la denuncia radicada en la Fiscalía.
Yolanda Laime es la mujer embarazada que golpeó la policía de Gustavo Sáenz sin piedad, hasta provocarle varios sangrados abundantes y la posterior pérdida del bebé, a raíz de maltratos y golpes en la panza, siendo éste un ejemplo elocuente de cómo está sufriendo en la comunidad Aba Guarani de la ciudad de Orán, y una muestra más de la barbarie y de los abusos de los gobernantes de la Provincia.
Yolanda aportó su desgarrador testimonio entre llantos, contando el hecho que dejó marcada a ella y a su familia.
«Ese día empezaron los tiros y yo me encerré en la pieza con mis dos nenas, una de 11 años y una bebé de un año, abracé a mis hijas, entraron dos policías, patearon la puerta, me sacaron con mi nena de de un año y a mi esposo abrazado a mi nena de 11. Nos tiraron en el piso, no les importó el bebé, comenzaron a pegarme en la espalda con los palos, me pegaron en la cabeza, me rompieron la cabeza tres veces con un palo de madera con clavos», fue parte del desgarrador relato de la mujer.
«Yo les decía que estaba embarazada y no les importó, nos pateaban y nos pegaban por todos lados. No les importó el bebé de un año, me lo arrancaron de los brazos, golpearon a mi nena de 11 años. A uno de los policías lo ví ayer en el hospital y encima se me burlaba. Ese día me cargaron en la camioneta, me llevaron y me tiraron en la calle, me fui en sangre y no me tomaron en cuenta. A mi esposo se lo llevaron desmayado en la camioneta y no supe nada de él por horas, hasta que luego me dijeron que estaba internado con las costillas rotas», prosiguió con su cruda narración Yolanda.
«Yo no supe qué hacer de la desesperación, me hicieron tres legrados y perdí a mi bebé. Mi esposo enfermo en cirugía, no sé que va a pasar con él. ¿Qué voy a hacer sin trabajo? No tengo casa, están todas mis cosas tiradas, está toda mi casa rota», exclamó en llanto la mujer originaria brutalmente golpeada.