DNI Salta.- El joven salteño Matías Paz, que casi provoca una masacre en pleno centro salteño, del cual algunos denuncian «protección», lleva casi 72 horas libre.
Una nueva muestra de cómo la seguridad de la Provincia es recurrentemente burlada quedó en evidencia con otro episodio que involucra al joven delincuente salteño Matías Paz, quien de manera impune sacó un arma y comenzó a realizar disparos en pleno centro salteño, en el bar El Temple, en el Paseo Güemes, para luego escaparse lo más campante, mientras que para cualquier «ladrón de gallinas» la celeridad para atraparlo, apresarlo y juzgarlo es asombrosa, y mientras que para el perro perdido del vicegobernador Antonio Marocco se despliega un operativo fantástico de seguridad.
Matías Paz, sobre quien muchos usarios en redes sociales denuncian una supuesta «protección» por las presuntas influencias de la familia del potencial asesino con «el poder», que tiene innumerables antecedentes por violencia de género y conflictividad, ya lleva casi 72 horas desaparecido y, como si fuera poco, otra vez volvió a burlar a la Policía en una especie de persecución de la que resultó ileso, y se escapó como «pancho por su casa».
El tirador burló a la Policía, al Ministerio de Seguridad, al Poder Judicial, a todos, y lleva casi 72 días prófugo luego de casi provocar una masacre en un paseo nocturno lleno de jóvenes que habían salido a tomar algo y a divertirse.
Matías Paz sigue prófugo, no escondido ni recluido en algún rincón de la provincia, moviéndose por las calles con total impunidad y libertad por las calles de la ciudad de Salta.
En las últimas horas hubo una «persecución» al tirador del Paseo Güemes, quien fue identificado por las cámaras de seguridad y de videos filmados en aquella madrugada del domingo en el Paseo Güemes.
La última información indica que en las últimas horas Matías Paz circulaba en motocicleta lo más tranquilo por pleno centro salteño, por calle Vicente López, y que al divisarlo efectivos policiales comenzaron a perseguirlo. Y que al llegar a calle Ameghino, el delincuente armado giró de manera temeraria, perdió el control de la moto, chocó a un automóvil, se desplomó al suelo, se levantó inmediatamente, volvió a subirse a la moto y siguió camino, escapando nuevamente y burlándose de la Policía.
Esta secuencia duró algunos segundos y podría haberle dado un margen de tiempo considerable a los dos efectivos policiales motorizados para poder capturar a una persona cuyo nombre, identidad y foto se divulgó desde el mismo domingo. ¡Y que sigue prófugo!
Cosas que solo pasan en Salta.