DNI Salta.- Una vez más, el Gobernador recorta en los trabajadores y en lo más esencial de la salud y la educación para favorecer a su casta millonaria. Decenas de trabajadoras fueron despedidas sin justa causa y exigen ser reincorporadas.
Hoy las ordenanzas constituyen un factor clave e irremplazable en las escuelas, para brindar la Copa de Leche, para paliar la falta de personal y la demanda laboral en los establecimientos de jornada extendida y por la necesidad de contar con personal para la comida de los alumnos, la limpieza el mantenimiento y demás cuestiones.
En Salta, en vez de compensar tanta carencia en materia sanitaria y educativa, con colapso de hospitales y escuelas que se caen a pedazos, muchas de ellas tomadas por padres, como sucedió en estos días en el norte provincial, ante tanto hastío por el deterioro educativo, el Gobernador Gustavo Sáenz opta por echar a mansalva a trabajadores esenciales para el beneficio de su casta cada vez más ampulosa.
Destrato para unos, acomodo para otros
Decenas de mujeres ordenanzas fueron echadas sin justificación alguna en medio de esta perversa ola de despidos de la salud y la educación, dando muestras una vez más cómo desde el Ejecutivo de la Provincia se recorta en lo esencial en beneficio de la casta política engrandecida.
Las trabajadoras apuntan contra el intendente Emiliano, ya que Sáenz firmó un convenio con la Provincia para incluir a la gente de las cooperativas, aquellas que trabajaron para el jefe municipal en la campaña, a desempeñar el trabajo que desplegaban las ordenanzas en las escuelas.
«Estamos pidiendo que nos vinculen a los establecimientos donde ya venimos trabajando desde hace tres años. Estuvimos en el tiempo de pandemia, haciendo más horas de las que debíamos. No tenemos acompañamiento de la Provincia ni de directivos, queremos que Provincia nos dé una respuesta, porque queremos volver a las escuelas. No tenemos respuestas», se quejó una de las trabajadoras despedidas durante la jornada de protesta.
«Emiliano Durand está haciendo entrar a gente, han firmado contratos con Provincia, y ellos hicieron entrar a todos los que están trabajando en las cooperativas. Y nosotros quedamos en el aire y sin trabajo. Le pedimos al intendente de Salta que nos incluya a nosotros, porque pasamos la pandemia, nos enfermamos, nos arriesgamos. No estamos conformes con el sueldo que nos pagan, pero al menos con eso subsistimos día a día. Queremos una solución urgente», exclamó otra de las ordenanzas despedidas.
«Nos hicieron hacer un montón de cursos, nos recibimos de acompañante terapéutico, de agente sanitario, y no nos sirvió de nada. Nosotros somos necesarios. Hay escuelas donde no hay ordenanzas, que no están teniendo clases porque no están las ordenanzas. Y hay muchos cargos vacantes en varias escuelas. Le pedimos al intendente Emiliano y al señor Gobernador que tome cartas en el asunto, no nos dejen afuera porque nosotros somos fundamentales», sostuvo la trabajadora esencial.
Cero empatía
«El Gobernador y el intendente no se ponen en el lugar de nosotras, porque sus hijos no van a un colegio público. Porque si irían, no les gustaría que sus hijos vayan a un colegio donde los baños estén sucios, donde las aulas no estén en condiciones de comenzar las clases aún. Con el dengue son muy necesarias las ordenanzas en las escuelas y nosotros necesitamos el puesto de trabajo que teníamos hace tres años. Lo único que queremos es trabajar», cerró con énfasis la trabajadora, para luego cantar todas las presentes al unísono, cual grito de guerra, la necesidad imperiosa de seguir subsistiendo.









