[VIDEO] El llanto desgarrador de una ordenanza despedida por Sáenz en DNI. Lloró por el destrato y por el hambre de los chicos

DNI Salta.- Por un acuerdo con el intendente Emiliano para poner a la gente acomodada de la campaña del actual jefe municipal, el Gobernador dejó sin trabajo a más de cien de mujeres trabajadoras, además de sacarle el alimento a miles de niños para engrosar su planta política.

Hoy las ordenanzas constituyen un factor clave e irremplazable en las escuelas, para brindar la Copa de Leche, para paliar la falta de personal y la demanda laboral en los establecimientos de jornada extendida y por la necesidad de contar con personal para la comida de los alumnos, la limpieza el mantenimiento y demás cuestiones.

En Salta, en vez de compensar tanta carencia en materia sanitaria y educativa, con colapso de hospitales y escuelas que se caen a pedazos, muchas de ellas tomadas por padres, como sucedió en estos días en el norte provincial, ante tanto hastío por el deterioro educativo, el Gobernador Gustavo Sáenz opta por echar a mansalva a trabajadores esenciales para el beneficio de su casta cada vez más ampulosa.

Perversión

Decenas de mujeres ordenanzas fueron echadas sin justificación alguna en medio de esta perversa ola de despidos de la salud y la educación, dando muestras una vez más cómo desde el Ejecutivo de la Provincia se recorta en lo esencial en beneficio de la casta política engrandecida.

En un hecho poco común en un estudio televisivo, más de cien mujeres acudieron organizadas al estudio televisivo de DNI SALTA, mientras Abel Díaz conducía su programa de televisión habitual de los jueves por la noche. Mientras más de 50 mujeres les hacían el azguante afuera del edificio céntrico a sus compañeras, otras decenas de trabajadoras expusieron y visibilizaron su drama desde el estudio, al poder contar en nuestro medio con el micrófono oportuno que tantos otros, alineados al Ejecutivo de la Provincia, les niegan.

Con angustia e impotencia, pero también con valentía y firmeza, las ordenanzas despedidas les hablaron en la cara al Gobernador Gustavo Sáenz y al intendente Emiliano por el costo que hoy tienen que afrontar para «pagar» la política perversa de la rosca, el acomodo y la «tranza» política que hoy las deja en la calle.

Una de ellas, Judith Reynaga, ahogada por la impotencia y la sensación de injusticia, y acorralada por la apremiante situación económica, como así también afectada por el hambre de los niños a los que hoy también se les recortó derechos para que los políticos se enriquezcan, al cortárseles la Copa de Leche, rompió en llanto en vivo cuando tomó la palabra.

«Estamos yendo a casas de familias a limpiar por hora. Que sepa el señor Gobernador que los chicos están sin la Copa de Leche y con las escuelas sin ordenanzas, que piense eso por favor. Me da una impotencia saber que el señor Gobernador quitó la Copa de Leche en la escuela, que es lo que los chicos están esperando. Que él piense qué haría si su hijo se quede sin un pedazo de pan en su casa para comer, que piense qué haría el señor Emiliano», expresó Judith con rabia, dolor, voz entrecortada y lágrimas en los ojos, pero con una admirable dignidad para plantarse frente a una cámara y contar con valentía su drástica situación.

Judith también tomó el micrófono luego para hablarle cara a cara al intendente Emiliano y al Gobernador Sáenz.

«Emiliano solo nos dijo que él iba a encontrar una solución. Yo a tí te estoy hablando, yo me llamo Judith Reynaga. No tengo miedo. No pudimos trabajar para tu campaña porque estuvimos limpiando las escuelas, estuvimos cuántas horas. Los directores lo saben», expresó, para luego dirigirse directamente a los responsables de su dura situación.

«Te digo a vos Emiliano, al señor Gobernador, lo único que queremos es que nos firme el convenio. Porque nos dio una puñalada en el corazón al saber que los del movimiento Libres del Sur del señor Carlos Morello están yendo. Aquí somos todas madres, mujeres y necesitamos el trabajo. Usted cuando perdió una campaña se puso muy mal, entonces piense eso, que hoy nosotras las mujeres ordenanzas de las escuelas necesitamos sentirnos dignas y reconocidas», culminó Judith para cortar su alocución con una emoción evidente y manifiesta.