DNI Salta.- Sin patrulleros, desprotegidos y a merced de los delincuentes, los habitantes del barrio San Carlos tuvieron que poner plata de su bolsillo para que los cuiden.
Mientras que la Provincia atesora millones de pesos en plazo fijo sujetos a la especulación, y mientras que la casta política en salteña sigue evidenciando un despilfarro descarado a contramano del necesario ajuste, y mientras que los salarios de funcionarios crecen y se inventan cargos para hacer permanecer en los mismos a los amigos, en Salta se ajusta en los ítems más urgentes y elementales y solo para algunas cuestiones «no hay recursos».
Además, el «Ah pero Milei» se transformó en la carta bajo la manga y la excusa perfecta que desempolva el Gobernador Gustavo Sáenz y los funcionarios provinciales a la hora de justificar tantas falencias, indiferencia y postración de los salteños, que no ven garantizados sus derechos elementales e inalienables, entre ellos el acceso a la salud, la educación y la seguridad.
Desprotegidos
Con respecto a este último ítem, un ejemplo elocuente de este cúmulo de injusticias es lo que padecen los vecinos del barrio San Carlos, de la zona sur de la Ciudad de Salta, quienes, hartos de la inseguridad creciente, de vivir de rehenes de la delincuencia y de la indiferencia de quienes tienen que protegerlos, decidieron unirse y reunir los 170 mil pesos necesarios para el arreglo de una moto que la Policía precisa para monitorear y patrullar el barrio y así sentirse un poco más seguros.
«Una buena noticia es que la institución pondrá la mano de obra (mecánico), y obviamente proveerá de combustible mensualmente. Se estima un gasto de 150.000 o 170.000 pesos para que el móvil pueda salir en circulación», fue la respuesta que recibieron desde la fuerza los vecinos del barrio, de acuerdo a declaraciones vertidas en El Tribuno.
Para que pueda funcionar, el móvil policial necesita sirenas y luces intermitentes, entre otras cuestiones.











