Sospechas en Orán: faltan tres kilos de cocaína y detectan droga adulterada en una quema oficial

DNI Salta.- Un nuevo episodio mancha la lucha contra el narcotráfico en el norte de Salta. Tres efectivos de la Dirección de Drogas Peligrosas de Orán fueron suspendidos preventivamente luego de detectarse la desaparición de tres kilos noventa y cuatro gramos de cocaína, secuestrados en un operativo realizado en diciembre de 2024. La medida fue adoptada por la Jefatura de Policía tras la apertura de una investigación penal por parte de la Fiscalía Federal de Orán.

Los agentes implicados eran responsables de la custodia del material incautado en la sede policial. Ahora están siendo investigados por Asuntos Internos, área dependiente de la Secretaría de Seguridad. Según voceros oficiales, se busca “preservar la transparencia y la ética dentro de la fuerza”, aunque el caso ya escaló al ámbito federal.

Drogas que no eran drogas

La gravedad del hecho aumentó drásticamente cuando, durante una incineración oficial de estupefacientes en Altos Hornos Zapla, Jujuy, una perito de Gendarmería Nacional detectó un paquete sospechoso entre los miles que debían destruirse. Al revisarlo, constató que no era cocaína, sino una sustancia gomosa de color amarillento, similar a plastilina. El hallazgo hizo saltar las alarmas en las agencias nacionales.

La quema, que incluía unas dos toneladas de droga, se realiza en causas con condena firme. Pero la presencia de un ladrillo adulterado generó dudas sobre la cadena de custodia y encendió las sospechas sobre posibles maniobras de corrupción vinculadas al reemplazo de pruebas clave.

Todo empezó con una confusión

El operativo original se remonta a un hecho inusual ocurrido en Orán meses atrás. Una mujer boliviana llamó al 911 tras abrir por error un vehículo idéntico al suyo. En su interior, la Policía halló tres ladrillos con más de tres kilos de cocaína. La mujer fue detenida y luego deportada. La droga quedó bajo resguardo en dependencias policiales, hasta que fue destinada a destrucción.

Hoy, la fiscalía federal y la Dirección de Investigaciones Complejas contra la Narcocriminalidad intentan reconstruir la trazabilidad de los paquetes. El objetivo es determinar cuándo, cómo y quién adulteró la evidencia. Además, se revisarán otros paquetes incinerados, ante la sospecha de que no se trata de un hecho aislado.

Un caso con antecedentes oscuros

Este escándalo remite a un antecedente inquietante: años atrás, se descubrió que 80 kilos de cocaína destinados a quema eran en realidad otra sustancia. Aquel caso nunca se resolvió del todo y permanece envuelto en el misterio.

Ahora, la historia parece repetirse. En un contexto de alta exposición del narcotráfico en la frontera norte, este nuevo episodio pone en duda no solo la cadena de custodia, sino la integridad del sistema encargado de combatir al crimen organizado.

Desde la Policía de Salta emitieron un comunicado ratificando el compromiso institucional con la legalidad. Sin embargo, en Orán —y en toda la región— crecen las preguntas: ¿cuánta droga se ha incinerado realmente? ¿Y cuánta ha desaparecido sin dejar rastro, escondida tras una masa gomosa que jamás debió haber llegado a un horno judicial?