DNI Salta.- Pese a haber prometido garantía de «gobernabilidad» tras la asunción de Javier Milei como presidente, el Gobernador provincial volvió a mentir y llevó a sus legisladores alineados Pablo Outes y Yolanda Vega a poner palos en la rueda en la primera discusión fuerte del Congreso nacional.
En las últimas horas, el presidente Javier Milei, en un gesto de valentía poco habitual para un primer mandatario nacional, señaló con nombre y apellido a aquellos diputados que traicionaron a los intereses del pueblo votando en contra de algunos de los puntos que componían la recientemente caída Ley Ómnibus, y a los gobernadores que meten el hocico entre sus legisladores alineados para poner palos en la rueda a la verdadera transformación que necesita el país, como lo es el caso de Gustavo Sáenz y sus obsecuentes y alineados en la Cámara baja nacional, Pablo Outes y Yolanda Vega.
Milei, sin medias tintas desde Israel, donde lleva a cabo una gira internacional, no tuvo empachos en señalar “la traición a sus votantes por parte de todos los bloques que le dieron la espalda a sus promesas de campaña por una Argentina distinta. El pueblo jamás olvidará los nombres de aquellos que, pudiendo facilitar las reformas que fueron elegidas por el 56% de los argentinos, decidieron seguir haciéndole el juego a la casta».

Y entre aquellos funcionales a la casta se ubican los salteños Outes, mano derecha eterna del Gobernador Sáenz, y la exintendenta de Cerrillos Yolanda Vega, defendiendo al sector que privilegia a aquella casta que Milei y La Libertad Avanza pretenden atacar en el país.
Lo cierto es que Sáenz, clave en la decisión y el voto de los legisladores que representan a la provincia, como es el caso de varios gobernadores, quiere seguir atado a sus privilegios, lo que Milei pretende cortar, aquel privilegio de poder tener manejo de la caja pública de manera discrecional sin rendir cuentas, sin controles de gastos, y exacerbando el clásico despilfarro de la clase política, parte de todo aquello que atacaba la Ley Ómnibus que no quisieron aprobar este martes en el Congreso de la Nación, por atacar directamente la funcionalidad y la ambición de los sectores de poder.

Los diputados de Sáenz, como era previsible como parte de un gobierno provincial cómplice y contaminado de corrupción, jugaron en contra de las modificaciones de paradigma fundamentales que necesita el país hoy, sumido en una crisis con escasos precedentes tras sucesivos gobiernos que dejaron a una Argentina arruinada.
Al estar en contra de una ley que atacaba sus ambiciosos intereses personales, tanto Outes como Vega y Pamela Calletti, sujetos más a la directriz de Sáenz que a los intereses de los salteños en particular y de los argentinos en general, le pusieron palos en la rueda al Gobierno nacional, siendo que en la primera instancia parlamentaria sobre el debate en cuestión en la Cámara de Diputados, se pronunciaron a favor de la Ley Ómnibus que ayer volvió a comisión.

Sáenz volvió a mostrar su faceta contradictoria y signada por la falsedad, ya que él mismo había prometido semanas atrás garantizar la «gobernabilidad», y sin embargo, como sucedió con una infinidad de cuestiones de su gobierno, dice una cosa y hace otra, cual farsante que se sigue riendo de los salteños y defendiendo a la casta, a su casta que él cuida, apaña, privilegia, prioriza y protege, tanto política como judicialmente.
Lo cierto es que con la decisión de los legisladores salteños saencistas de darle la espalda al pueblo, el Gobernador salteño pretende seguir fomentando un Estado costoso y parasitario, aquel que Milei pretende combatir en esta nueva etapa para los argentinos. Un Estado costoso que implica corrupción, que se siga dilapidando la plata que no hay, que se prolongue la «fiesta» solo para ellos y el nepotismo, repartiéndose cargos como caramelos entre familiares, amigos y enquistados a la casta, sy comprando voluntades con la «nuestra».