DNI Salta.- Lo que parecía un domingo cualquiera terminó convirtiéndose en una vivencia inolvidable para Raúl Fournier de Saint Amant. Mientras viajaba por la ruta 9, en Vaqueros, encontró a una comadreja muerta al costado del camino. Al acercarse descubrió que dentro de la bolsa marsupial se movían ocho crías, a las que decidió rescatar.
Sin experiencia previa, improvisó en su departamento de Ciudad del Milagro un refugio con baldes, jeringas y alimento balanceado. Junto a su esposa y su hija se dedicó a alimentarlas y cuidarlas como si fueran bebés. “Era un espectáculo verlas comer, agarraban las bolitas con las dos manitos como si picaran galletitas”, recordó.
La convivencia estuvo marcada por el afecto y también por las mordidas que, con el tiempo, se volvieron más fuertes. Ese fue el signo de que ya estaban listas para regresar a su hábitat. Raúl las liberó en la zona de la cornisa, donde pudieron adaptarse a la vida silvestre.
Años después, rememora con emoción la historia: “Jamás pensé que me tocaría algo así. Las comadrejas son animales hermosos y tuve la suerte de verlas crecer”.