Plebiscito, ¿sí o no? | Cómo es la consulta que podría convocar Milei

DNI SALTA.- Plebiscito. El Presidente advirtió que si el Congreso no avala su DNU, llamará a elecciones para refrendarlo, pero incluso si gana esa votación, no podrá eludir a los legisladores; qué dice la ley

El gobierno de Javier Milei todavía no envió al Congreso el megadecreto de necesidad y urgencia que pretende que los legisladores le convaliden, pero ya advirtió que si lo rechazan, él va a “llamar a un plebiscito” para torcer la voluntad del Parlamento. La Constitución Nacional prevé la posibilidad de someter un proyecto de ley a una “consulta popular”, pero el proyecto solo se convertirá en ley de manera automática si quien hace esa consulta es el Congreso, que en el diseño constitucional argentino es quien tiene la atribución de legislar.

El Presidente no está habilitado a llamar a un plebiscito vinculante. Lo que sí puede hacer es una consulta popular no vinculante “dentro de su respectiva competencia”. Si este fuera el camino que tomará Milei (así lo anunció anoche con Luis Majul en LN+) su plan chocaría con dos problemas: uno constitucional –los especialistas advierten que el Presidente no puede someter a consulta un paquete de más de 100 medidas de tipo legislativo- pero, sobre todo, uno práctico. Si lo que quiere Milei es evitar al Congreso, con esta herramienta no lo va a lograr. Llegaría al mismo punto de partida en el que está hoy.

La ley 25.432 establece: “Cuando un proyecto de ley sometido a consulta popular no vinculante obtenga el voto afirmativo de la mayoría absoluta de votos válidos emitidos, deberá ser tratado por el Congreso de la Nación, quedando automáticamente incorporado al plan de labor parlamentaria de la Cámara de Diputados de la sesión siguiente a la fecha de proclamación del resultado del comicio por la autoridad electoral”.

Lo que propone Milei es llamar a elecciones en todo el país –a una ciudadanía que no estaría obligada a ir a votar- para conseguir, en el mejor de los casos, una mayoría que fuerce al Congreso a votar su proyecto. Ese proyecto contendría las mismas reformas que él dispuso en el DNU que, cuando el jefe de Gabinete lo gire finalmente al Congreso (ya empezó a correrle el plazo), los legisladores avalarán o no.

Está claro que el objetivo Milei, que ayer acusó sin más detalles a los legisladores de “coimeros”, es apoyarse en el aval popular que da por hecho que tiene su paquete de medidas. Corre un riesgo que convertiría a la consulta en un arma de doble filo: si lo que él llama “plebiscito” no obtuviera el resultado buscado o la gente no concurriera masivamente a las urnas, Milei estaría dañando el principal activo que tiene para gobernar, que es el apoyo popular que lo llevó a la Casa Rosada.