DNI Salta.- En plena avenida transitada de la ciudad, el colectivo se quedó sin frenos y chocó a un auto y a una camioneta. Episodios similares se repiten casi a diario por fallas en la flota de vehículos. Los salteños pagamos un servicio cada vez más caro por la decisión de Gustavo Sáenz de beneficiar a los empresarios del transporte, y el peligro es latente por los constantes desperfectos mecánicos.
En Salta, el entramado cómplice entre el Gobernador Gustavo Sáenz y la siempre premiada empresa SAETA causaron un sacudón tremendo a la economía ya debilitada de los ciudadanos salteños al subir el boleto de colectivo a 490 pesos, con proyección a corto plazo de nuevas y bruscas subas, beneficiando a los empresarios amigos con subsidios por kilómetro recorrido, independientemente de la cantidad de pasajeros que suban a cada unidad, algo que solventamos nosotros de nuestros propios bolsillos.
Y paralelamente, tanto costo que afronta el salteño de a pie no se ve reflejado en optimización del transporte ni en mejoras, ni que hablar en brindar mayor seguridad a un pasajero que no paga menos de mil pesos por día para ir a trabajar. Por el contrario, el servicio es cada vez más desastroso, peligroso y temerario, y SAETA da la nota día a día con roturas de colectivos en la calle.
Prácticamente a diario se están rompiendo unidades de distintos corredores.
No hubo tragedia de milagro
Hace algunas horas, en la mañana del viernes, un colectivo de SAETA se quedó sin frenos en plena Avenida Perón, en la subida de inmediaciones del Templete San Cayetano, en la zona oeste, por lo que podría haber provocado una tragedia. El colectivo, con pasajeros adentro, embistió a un auto y a una camioneta, dejando como saldo heridos que tuvieron que ser asistidos.
Según trascendió, el colectivero transitaba muy fuerte, circulaba por la mano izquierda y aparentemente se habría quedado sin freno chocando primeramente a un automovil y luego a una camioneta. Producto del impacto cuatro personas al menos resultaron lesionadas y algunas fueron derivadas al hospital San Bernardo.
Antecedentes muy cercanos
Cabe recordar que días atrás un colectivo del Corredor 8B terminó quieto en plena Avenida Paraguay y con fallas mecánicas, representando un peligro para los demás vehículos que casi chocan. Casi en paralelo, en otro rincón de la ciudad, se rompió la caja de cambios del interno 60 del Corredor 4C, representando otra temeraria amenaza para el tránsito vehicular, y para la seguridad de los mismos pasajeros que afrontan los costos de la inoperancia y los favores a los amigos del poder.
Ahora, ¿qué dirán cuando ocurra una tragedia por otro colectivo que se quede sin cambios o sin frenos, o sufran otra falla mecánica que ponga en jaque la vida de pasajeros, automovilistas o peatones? ¿Quién se hará cargo?
De yapa… se cocina otro aumento
El Gobernador Sáenz, no conforme con el precio de boleto alto y el pésimo servicio, quiere subir el viaje en colectivo a 666 pesos. En definitiva, se sigue burlando de los vecinos que se exponen al peligro de un servicio pésimo y deficiente.
Sáenz debe dejar de pagarle a SAETA por kilómetro recorrido con la plata de los salteños, con las pérdidas que esto genera, y hacer que las empresas cobren por pasajero. Así «habrá plata», y así arreglarán los colectivos destrozados.
Ah, pero al laburante…
El boleto es cada vez más caro por un servicio espantoso, que está poniendo en riesgo a terceros y está causando daños. Ahora, somos nosotros los que tenemos que pagar el arreglo de esos vehículos, cuando al laburante común que se desplaza en su motito o en su autito es sometido a una interminable burocracia de persecusión y controles permanentes al que se le exigen seguro, revisión técnica vehicular y papeles al día. Y los colectivos circulan sin cambios o sin frenos.










