DNI Salta.- El temporal del sábado dejó en evidencia las deficiencias estructurales en el Valle de Lerma. La falta de planificación y la ausencia de obras pluviales transformaron lo que antes eran problemas aislados en una crisis generalizada que afecta a numerosos municipios.
En Chicoana, el agua arrasó calles y barrios periféricos, y un hombre fue arrastrado por la corriente en la calle 9 de Julio, logrando salvarse. En El Carril, sectores de la Ruta 33 se convirtieron en ríos, mientras que en La Merced, las represas de contención colapsaron y causaron anegamientos. Rosario de Lerma sufrió la inundación del centro por el desborde del río Rosario, y en Campo Quijano, los mayores problemas se concentraron en La Silleta y El Encón, donde canales obstruidos agravaron la situación.
Urbanización sin control y falta de mantenimiento
El crecimiento urbano desordenado es una de las principales causas del problema. La expansión de urbanizaciones sin planificación ambiental ha provocado deforestación y alteración de los cauces naturales. Además, canales de desagüe han sido tapados o desviados para favorecer loteos, mientras las municipalidades no implementan controles efectivos.
A esto se suma la falta de mantenimiento de los canales pluviales, que se encuentran obstruidos por cultivos y basura, convirtiéndose en vertederos improvisados. La ausencia de políticas de saneamiento agrava las inundaciones cuando ocurren lluvias intensas.
Infraestructura insuficiente y riesgo latente
Con más de 140 mil habitantes, el Valle de Lerma aún carece de una infraestructura pluvial adecuada. Se proyecta la construcción de la autopista del Valle de Lerma, que incluiría canales derivadores hacia el río Rosario, pero sin un control estricto sobre las urbanizaciones y obras complementarias en cada municipio, el problema persistirá.
Vialidad Nacional informó que se habilitó el paso para vehículos livianos y 4×4 en algunos sectores, aunque con extrema precaución debido a las lluvias y el riesgo de derrumbes. Se sigue trabajando en la RN 51, especialmente en los sectores afectados por socavones, como Arroyo La Zulema (km 41), km 58 y km 60. También se registraron inconvenientes en la RN 68, entre El Carril y La Merced, y en la RN 40, entre Payogasta – Cachi y Campo Negro – La Poma.
La emergencia climática dejó en claro que operativos de emergencia no son suficientes. Se requieren inversiones en infraestructura pluvial y regulaciones estrictas para evitar que cada tormenta continúe exponiendo la precariedad estructural del Valle de Lerma.