Indignación en Salta por dichos de Pettinato: “El folklore nos da identidad, no vergüenza”

DNI Salta.- En Salta, el folklore no se discute. Se siente. Por eso, las palabras de Roberto Pettinato, quien en su programa de streaming afirmó que “el folklore me da vergüenza”, generaron una fuerte ola de rechazo y respuestas cargadas de identidad, música y orgullo.

El comentario se dio durante una emisión del ciclo En una con Pettinato, transmitido por Abitare TV, donde el conductor expresó sin filtros: “El folklore tiene millones de divisiones, pero todas me avergüenzan. Y lo digo con vergüenza, eso es lo peor. No lo entiendo, y no lo quiero escuchar”.

La frase cayó como una provocación innecesaria para miles de argentinos, especialmente en Salta, donde el folklore no es solo un género musical, sino una forma de vida. Es la zamba que se canta en familia, la copla improvisada en una peña, las guitarreadas de domingo, las serenatas bajo el cielo de febrero. Es memoria, tradición, pueblo.

Salta es folklore.

Es Los Nocheros uniendo generaciones con su sensibilidad contemporánea.
Es Los Chalchaleros llevando la música de la tierra a escenarios europeos.
Es Las Voces de Orán emocionando con cada zamba.
Es el Chaqueño Palavecino, símbolo popular de multitudes.
Es Canto 4, Mariana Cayón, Guitarreros, Bruno Arias y tantos otros que le ponen voz al alma salteña.

Desde las redes sociales hasta los escenarios, la reacción fue contundente. Lázaro Caballero, uno de los artistas más escuchados del momento, se pronunció desde el escenario del Festival del Poncho en Catamarca con una frase que encendió la ovación:
“Con el folklore no se metan.”

Las palabras del músico reflejaron el sentimiento de miles de personas que no ven en el folklore un objeto de burla, sino un legado vivo que los representa. Las críticas de Pettinato fueron interpretadas como un desprecio desde el centralismo mediático, que muchas veces mira con distancia lo que nace del interior profundo del país.

“Lo que a él le da vergüenza, a nosotros nos enorgullece”, escribió un usuario en redes. “Debe ser difícil entender el folklore si nunca sentiste el monte, el río, el adobe, el corralón o la peña en el pecho”, respondió otro.

Desde Salta, donde cada agosto se celebra el Milagro cantando y donde cada festival es un canto colectivo a la raíz, las palabras del conductor fueron vividas como una ofensa.

El folklore argentino, y el salteño en particular, no necesita pedir permiso para existir. Vive en las escuelas, en las plazas, en los barrios, en las voces de quienes lo sienten propio desde la infancia. Decir que da vergüenza es desconocer no solo una música, sino una historia entera.

En tiempos donde las identidades parecen desdibujarse, el folklore sigue siendo trinchera cultural. Y desde esta tierra, la respuesta fue clara: el folklore no da vergüenza. El folklore nos da identidad.