Francia: La ultraderecha se afianza en las elecciones durante la primera vuelta

DNI Salta.- El día después del triunfo de la ultraderechista Agrupación Nacional en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, todos sacan cuentas. La extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, busca formar gobierno por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, la izquierda radical y el presidente Emmanuel Macron están analizando los resultados y planificando sus próximas estrategias.

Todos se preguntan si a Jordan Bardella, el joven y emergente dirigente delfín de Marine Le Pen, le darán los números para convertirse en el nuevo premier tras la segunda vuelta de los comicios prevista para el próximo domingo.

Tras un momento de euforia, la derecha radical tiene hoy más dudas que certezas. La alianza desesperada entre Juntos por la República de Macron y el Nuevo Frente Popular (socialistas, verdes y la izquierda radical) abre un nuevo escenario político. Ambas coaliciones, enfrentadas ideológicamente y con fuertes cuestionamientos cruzados, negocian retirar los candidatos con menores posibilidades de ganar para que haya un verdadero balotaje con el postulante de la extrema derecha.

Este nuevo marco electoral evitaría la dispersión de votos en la segunda ronda y cambiaría los números de bancas en la Asamblea Nacional.

“Hay que ver si estos acuerdos pueden ser eficaces para evitar una mayoría fuerte de la extrema derecha. Lo que se prevé en este momento es que haya una mayoría, pero una mayoría relativa, no absoluta. Entonces no se sabe lo que puede pasar. Hay que esperar al domingo próximo”, dijo a TN el analista francés Yann Basset, investigador de la Universidad de Rosario, de Bogotá.

Mayoría relativa, la opción más probable
En los círculos políticos y financieros franceses se menciona como la hipótesis más probable que la extrema derecha ganará las elecciones con una mayoría relativa.

La Agrupación Nacional arañó el 34% este domingo contra el 28% del izquierdista Nuevo Frente Popular y el 20% de Juntos por la República, la alianza de Macron.

La muestra más palpable de esa caída en la euforia de las filas de la extrema derecha es el alza del 1,09% que alcanzó la Bolsa de París, después de cuatro jornadas de pérdidas encadenadas por el temor de un rotundo triunfo de la Agrupación Nacional.

Quién gobernará Francia sin una mayoría absoluta
Bardella aún puede conseguir una mayoría absoluta, pero no lo será tan fácil. Todo dependerá de cómo la izquierda y el macronismo pacten su nueva alianza, en medio de fuertes resquemores dentro de la coalición oficialista. “Hay acuerdo, pero no en todas las 577 circunscripciones”, dijo Basset.

De hecho, el ala más a la derecha de la coalición macronista aceptó votar a candidatos verdes o socialistas en los distritos en los que su candidato llegó en tercer lugar. Pero advirtió que no elegirá a ningún postulante de la izquierda radical nucleada en la Francia Insumisa, de Jean Luc Malenchon, que integra el Nuevo Frente Popular con sus socios ecologistas y socialdemócratas. El partido de Macron llegó a calificar al histórico dirigente ultraizquierdista de “antisemita”.

La complejidad del sistema electoral francés dificulta los cálculos a futuro. Cada distrito elige un solo diputado. La ley prevé que en primera vuelta resulta electo el candidato que alcance el 50% más uno de los votos. Muy pocos lo lograron este domingo. A la segunda ronda pasaron los postulantes que tuvieron un piso de 12,5%. Por eso, el acuerdo contra la derecha radical impulsa retirar a los candidatos con menos posibilidades para no dispersar el voto y enfrentar cara a cara al postulante de la ultraderecha. En la segunda ronda, en cada distrito, gana el candidato con mayor cantidad de votos.

El lunes que viene Francia deberá unir las piezas de su nuevo rompecabezas político. Sin una mayoría absoluta, Macron debería nombrar a un primer ministro del grupo parlamentario más numeroso, que sería el de la ultraderecha, pero Bardella ya rechazó esa posibilidad. Quiere todo o nada. Sabe que su gobierno nacería frágil y que caería en la primera moción de censura con la unión de todas las demás fuerzas políticas.

La otra opción sería conformar una inédita alianza de izquierda y derecha, férreamente enfrentadas y solo unidas hoy por el “espanto” que le provoca el acceso al poder de la derecha radical. La última opción sería nombrar un “gobierno de expertos” independientes a la espera de una nueva elección el año próximo con el macronismo como gobierno de transición.