DNI Salta.- Gimnasia y Tiro atraviesa un momento crítico que va mucho más allá de los resultados deportivos. A la racha de ocho fechas sin ganar en la Primera Nacional, se sumó un escándalo sin precedentes en el fútbol salteño, con jugadores involucrados en supuestas apuestas deportivas, deudas con prestamistas y amenazas mafiosas a dirigentes del club.
Todo salió a la luz tras la rescindencia del contrato de Luis Olivera, exjugador de River Plate, y la posible salida de Marcelo Herrera, también defensor, aunque su desvinculación aún no fue formalizada. Ambos habían llegado a Salta para disputar la actual temporada.
Prestamistas, amenazas y rescisión
Según fuentes citadas por El Tribuno, uno de los futbolistas (presuntamente Olivera) habría contraído una importante deuda con prestamistas colombianos. La semana pasada, personas vinculadas a esa red se presentaron en el club, primero en el departamento del jugador y luego directamente en la sede, donde increparon a dirigentes y les exigieron el pago de la deuda.
El hecho ocurrió días antes del partido ante Arsenal en Sarandí. Según se relató, los prestamistas incluso bloquearon el paso de un auto del club para presionar a los directivos, en un accionar propio de organizaciones mafiosas.
La situación generó un fuerte revuelo interno. Tras una reunión con los jugadores implicados, se decidió la inmediata rescisión del contrato del más comprometido. Uno de los involucrados abandonó Salta sin siquiera retirar sus pertenencias. El otro, Herrera, continúa ligado al plantel aunque su salida se da por hecha.
Sospechas por conducta en la cancha
A medida que los rumores sobre apuestas ilegales tomaban fuerza, comenzaron a revisarse algunas situaciones dentro del campo de juego. En particular, llamó la atención la actuación de Luis Olivera en el partido frente a Deportivo Madryn. Fue amonestado a los 35 minutos del primer tiempo y recibió la segunda tarjeta amarilla apenas iniciado el complemento. En ese momento Gimnasia ganaba, pero el equipo terminó empatando tras jugar con uno menos todo el segundo tiempo.
Este episodio alimentó las sospechas sobre posibles arreglos vinculados a apuestas, una práctica cada vez más monitoreada por la AFA y las casas de apuestas online.
¿Intervención judicial?
Por ahora, no hay una denuncia penal formalizada, aunque se especula con que la Justicia podría actuar de oficio, dada la gravedad de los hechos y las implicancias que podrían extenderse más allá del ámbito deportivo.
Mientras tanto, Gimnasia y Tiro no solo deberá reorganizar su plantel, sino también blindarse institucionalmente ante un caso que dejó expuesta una faceta oscura del fútbol profesional.