DNI Salta.- El mundo conoció este miércoles un testimonio profundamente conmovedor sobre los últimos minutos de vida del papa Francisco. El médico italiano Sergio Alfieri, jefe del equipo que lo atendía en el hospital Gemelli de Roma y quien lo había operado en dos ocasiones, relató en detalle cómo vivió el momento de su fallecimiento, ocurrido el lunes 21 de abril en su residencia de la Casa Santa Marta, a los 88 años.
“Cuando entré a su habitación, tenía los ojos abiertos pero ya no respondía. No había nada que hacer”, confesó el cirujano en una entrevista. Alfieri explicó que realizó una evaluación clínica al llegar, y que Francisco ya se encontraba en coma: “No respondía ni a los estímulos más dolorosos. Su respiración era tranquila, pero no había reacción”.
La decisión de no trasladarlo al hospital fue tomada por respeto a su voluntad. “El papa siempre fue claro: quería morir en casa, sin intubación ni maniobras invasivas. Lo repitió muchas veces durante sus internaciones”, recordó Alfieri.
El llamado de urgencia lo recibió a las 5:30 de la mañana de parte de Massimiliano Strappetti, asistente personal del pontífice. Veinte minutos después, el médico estaba en Santa Marta. “Sabíamos que un traslado podría ponerlo en más riesgo. Decidimos acompañarlo donde él eligió estar”, señaló.
Según el parte oficial firmado por el director de Sanidad e Higiene del Vaticano, Andrea Arcangeli, la causa de muerte fue un ictus que derivó en un coma profundo y finalmente en una parada cardiorrespiratoria a las 7:35 hora local (2:35 en Argentina).
Alfieri también habló sobre la actitud serena del papa durante sus últimos días. “Durante la Pascua lo vi recorrer la plaza en el papamóvil. Creo que, en el fondo, ya había aceptado lo que venía. No buscaba gestos heroicos. Quería una partida sencilla, como fue su vida”.
La despedida de Jorge Mario Bergoglio fue tan humilde como su pontificado: sin estridencias, con paz, y rodeado del entorno que eligió hasta el final.
