DNI Salta.- Durante su pontificado, el papa Francisco encabezó una profunda transformación en la administración financiera del Vaticano, con el objetivo de erradicar la corrupción, transparentar los fondos y garantizar una gestión más ética. Una de sus principales intervenciones fue en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, donde implementó auditorías, cerró miles de cuentas sospechosas y reforzó los controles internos.
Al asumir en 2013, Francisco se encontró con un sistema financiero opaco, con escasa fiscalización y cuentas a nombre de congregaciones, diócesis e incluso particulares, muchas sin justificar el origen de los fondos. Con el respaldo de organismos internacionales y auditorías externas, el Papa impulsó una política de saneamiento financiero que incluyó la creación de la Secretaría de Economía, la reforma del ente supervisor financiero (ASIF) y una política de inversiones éticas.
Según el balance 2023 del IOR, la entidad administra 5.400 millones de euros en fondos de clientes y cerró el año con una ganancia neta de 30,6 millones, a pesar de un contexto de volatilidad en los mercados. El banco tiene actualmente 12.361 clientes y opera con 107 empleados. Las inversiones y depósitos se gestionan bajo principios de ética católica y con estrictos controles contra el lavado de dinero.
Entre los hitos más relevantes, Francisco también impulsó:
- La centralización de los fondos de todos los organismos del Vaticano en el IOR.
- La condena en 2023 del cardenal Giovanni Angelo Becciu, acusado de malversar fondos del banco para adquirir propiedades de lujo en Londres.
- Una reforma al sistema de pensiones vaticano, frente a un déficit crítico.
- Recortes salariales en la Curia Romana como medida de austeridad.
El impacto de estas reformas fue notable, aunque con resistencias internas. Tras su fallecimiento, el principal interrogante que se abre es si su sucesor continuará este camino de reforma institucional, ética y financiera, o si habrá retrocesos en una de las áreas más sensibles del Vaticano.