DNI Salta.- Rosario volvió a despertar marcada por la violencia. Juan Domingo “Chicha” Ferreyra, de 45 años, reconocido integrante de la barra brava de Rosario Central, fue asesinado en la noche del sábado en su vivienda de calle Ameghino al 500, en la zona sur de la ciudad.
Según los primeros datos, un sicario llegó en moto hasta la casa, lo llamó desde un ventanal y le disparó a quemarropa, sin mediar palabra. Ferreyra recibió dos tiros en el rostro y uno en el abdomen, según reveló la autopsia. El atacante escapó junto al conductor de la moto, y hasta el momento no hay detenidos.
“El sicario sabía perfectamente a quién buscaba”, aseguraron fuentes policiales. El hecho está siendo investigado por el fiscal Luis Schiappa Pietra, quien ordenó el análisis de cámaras de seguridad, el secuestro del celular de la víctima y la recolección de vainas servidas en el lugar.
La principal hipótesis apunta a un ajuste de cuentas, posiblemente relacionado con disputas internas en la barra o con la venta de drogas, dos escenarios que ya habían puesto a Ferreyra bajo la lupa judicial. De hecho, su domicilio había sido allanado días atrás en una causa federal iniciada en San Nicolás por tráfico de estupefacientes.
El crimen ocurre en un contexto de creciente tensión en las tribunas del fútbol rosarino. En noviembre del año pasado, Andrés “Pillín” Bracamonte, histórico jefe de la barra canalla, fue asesinado en circunstancias similares. Especialistas aseguran que se trata de una reconfiguración violenta del poder en la barra, impulsada por negocios paralelos al fútbol.
Ferreyra vivía en una propiedad de dos plantas junto a su hermano, apodado “Gordo Ema”, quien también está bajo observación. La Justicia continúa reuniendo pruebas y espera los registros de las cámaras del CISEM para identificar a los atacantes.
Una vez más, Rosario queda golpeada por una violencia sin tregua.