DNI Salta.- Pacientes esperando en el piso o tirados en la calle clamando de dolor por las salas de guardias de los hospitales colapsadas, la triste escenografía.
El dengue continúa su avance implacable, generando un aumento en la demanda de atención, e incluso hospitalización, en el contexto en el que se llevan registradas siete personas fallecidas, casos al que se le suma la muerte de una niña de 8 años oriunda de Campo Santo en las últimas horas con síntomas de la enfermedad, que perdió la vida en el Hospital Joaquín Castellanos de General Güemes.
En este contexto, los hospitales públicos de la provincia cuentan con sus instalaciones abarrotadas de pacientes que ingresan hora a hora por guardia con distintos síntomas.
Cientas de personas se concentran en los nosocomios provinciales para recibir atención médica en las últimas horas, en un contexto en el que la demanda es cada vez más alta y complica la respuesta que pueda llegar a dar el deficiente sistema sanitario salteño.
Estructura deficiente
Es que los contagios de la enfermedad transmitida por el mosquito en Salta recrudecieron en las últimas semanas y la estructura sanitaria de la provincia queda chica ante tantos casos.
La radiografía del dengue en Salta también complica a pacientes con otras patologías, y una clara muestra de eso es que hace algunas semanas el Ministerio de Salud Pública de la Provincia había comunicado que se suspendían las cirugías programadas que no sean urgentes para evitar el uso de camas para las personas que lleguen con cuadros complicados por dengue.

Profesionales echados por Sáenz
DNI SALTA ya había recorrido hace algunos días en vivo el desolador escenario vivido en el Hospital del Milagro, producto de un sistema de salud colapsado y guardias repletas. Salteños en medio de la calle, tirados en el suelo y desmayados por síntomas de dengue sin atención médica.
Esto se da en un perverso contexto de cientos de profesionales médicos echados por el Gobernador Gustavo Sáenz para priorizar los privilegios de su millonaria planta política y de los alrededor de 700 nombramientos y falta de políticas de prevención del intendente.
Emiliano, sin rumbo
No se puede soslayar que el intendente Emiliano asumió hace cuatro meses y no realizó un efectivo descacharrado ni trabajo de prevención en los barrios. Gozó de su triunfo electoral en mayo de 2024, y desde allí comenzó la transición y se paralizó todo lo que se venía haciendo de la gestión Bettina Romero en cuanto a balances, cuentas, actividades y gestión, y su gente comenzó desde entonces a tomar las riendas municipales. Casi un año de tiempo para gestionar y prever esta crítica situación. En diciembre asumió formalmente y todo siguió en la nada misma, sin rumbo, con un intendente priorizando solo el impuestazo para el ciudadano común y el acomodo en cargos con salarios opulentos a familiares y amigos.









