DNI Salta.- En menos de tres meses, Silvia, propietaria de un local de tecnología ubicado sobre avenida Chile al 1300 en la ciudad de Salta, fue víctima de dos robos violentos, hurtos diarios y una estafa millonaria. Harta de la situación, decidió hacer público su reclamo:
“Me pasó una tras otra. Lamentablemente estamos sufriendo una ola de robos”, expresó indignada.
El último episodio fue solo uno más en una cadena que comenzó con vidrieras destrozadas, continuó con robos dentro del local y derivó en una medida de urgencia: controlar bolsos y mochilas de los clientes para evitar más pérdidas.
“Les colocamos un precinto, y muchos se molestan. Pero no importa si sos abogada o dueño de un boliche. No se trata de quién sos, sino de protegernos”, explicó.
Silvia también denunció haber sido víctima de una estafa por casi cinco millones de pesos. Aunque hubo tres personas detenidas, solo una mujer quedó en prisión por tener causas previas.
“Me ofrecieron $300.000 para reducir la causa. ¿Eso es justo?”, relató con indignación.
La comerciante detalló otro caso: un hombre que robó tres veces en su local y recién fue detenido en la última.
“Tenemos el video, lo precintamos nosotros. Le dieron cuatro meses y tenía antecedentes. ¿Y eso es justicia?”, cuestionó.
Además del impacto económico y emocional, Silvia remarcó que la burocracia judicial termina castigando a las víctimas:
“Pierdo mi tiempo en denuncias, audiencias, notificaciones… mientras sigo trabajando todos los días, incluso domingos.”
A pesar del desgaste, asegura que no bajará los brazos.
“Hoy es otro día, hay que hacer la vista gorda y seguir”, concluyó.
Su testimonio refleja una preocupación creciente entre comerciantes salteños que denuncian inseguridad constante y una justicia ineficaz para responder ante los delitos.
